29

Abr

2019

Balconazo por las Bodas de Oro

¡50 años no se cumplen todos los días!

Un balconazo especial, en el edifico principal, donde un día como hoy comenzaron las clases hace 50 años, reunió a la comunidad universitaria de Campus Piura. ¡El ambiente de fiesta era maravilloso!

Por Elena Belletich Ruiz. 29 abril, 2019.

Desde todos los rincones del campus, alumnos y trabajadores de la UDEP caminaban presurosos. La cita era a las 10:50 a. m. ¿Objetivo? Conmemorar los 50 años del inicio de actividades académicas en la Universidad de Piura, justo en la parte del edificio principal (Campus Piura) donde tuvo lugar la primera Apertura (un 7 de abril). Allí, el rector Ricardo Rey Polis y otros ocho profesores recibieron a los 97 estudiantes que comenzaron clases, el 29 del mismo mes, en los programas académicos de Artes Liberales (Comunicación y Administración de Empresas) e Ingeniería.

¡50 años no se cumplen todos los días y hoy los cumplimos!, dijo la vicerrectora académica, Susana Vegas, a la multitud reunida frente al edificio principal. “Hoy es un día propicio para recordar a los primeros que vinieron a este campus, que era solo un desierto y hoy lo vemos frondoso, verde, lleno de vida, de edificios y, sobre todo, de alumnos, que son nuestra esperanza”, expresó.

Tras agradecer al Fundador de la UDEP, San Josemaría; a los benefactores, pioneros, a los trabajadores y alumnos y a quienes “han apoyado esta aventura con su oración, con su trabajo y con su generosidad”, la Vicerrectora señaló que el momento era ideal para hacer “un compromiso de lealtad, basado en el optimismo, que nos permita ver tantas cosas buenas que han nacido en este campus durante todos estos años… Es un reto ambicioso que nos debe llenar de esperanza y que nos empuja a dar lo mejor que tenemos. Es un reto para los próximos 50 años, que empezamos hoy y que, con la ayuda de Dios, traerá abundantes frutos en servicio de Piura, del Perú y de toda la sociedad”, sostuvo.

El ambiente de una fiesta de oro
Era un momento de algarabía, incrementada con los aplausos, las pancartas, las vivas de trabajadores y alumnos de las distintas facultades, así como por los cantos y hurras, acompañados de diversos instrumentos musicales. Por supuesto, como en los tradicionales balconazos de UDEP, no faltaron los caramelos, lanzados desde el balcón del segundo piso, que ponen la nota dulce del encuentro.

En el balcón, junto con la doctora Susana Vegas, estaban Rosa Zeta, Ronnie Moscol y Max Maeda, docentes de la UDEP hoy, e integrantes de las primeras promociones de 1969. También autoridades académicas, como los exrectores Antonio Mabres y Sergio Balarezo; y el profesor Martín Palma, quien hizo las veces de ‘maestro de ceremonia’.

Representando a los alumnos de aquella primera promoción, Rosa Zeta mencionó que, desde aquel primer día, diversas generaciones de estudiantes han pasado por la Universidad. “Ahora somos muchos los egresados que nos encontramos ejerciendo labores profesionales al servicio de la sociedad en el Perú y en el mundo”.

Recordó a los profesores pioneros y el ambiente que se vivía en aquella época, y que se mantiene hoy: “Todos nos hicimos amigos en el campus, compartiendo estudio puro y duro; con actividades de teatro, oratoria, debates, poesía, representación estudiantil… Todas estas cosas cultivaron nuestra personalidad. Y con las exigencias de nuestros profesores   aprendimos a dialogar, a ser puntuales, responsables, respetuosos, honestos, alegres y nuestra visión del mundo se enriqueció”.

“Los animo a aprovechar al máximo, como lo suelen hacer los jóvenes, su estadía en la Universidad. Es una de las etapas más bonitas de la vida y nunca se olvida, porque siempre seremos Universidad de Piura”, enfatizó.

Las palabras de Susana Vegas y Rosa Zeta eran interrumpidas por aplausos y vivas, al recordar a los pioneros, y la entrega del personal de servicio y de los administrativos y docentes durante estos 50 años.

Luego, las interpretaciones del conjunto musical, integrado por estudiantes de las distintas facultades, animaron más el ambiente. No faltaron “Las mañanitas”, el “Cumpleaños feliz” y hasta el grito general: ¡Queremos que partan la torta! Para concluir los minutos de celebración, y antes de volver a las actividades habituales, sonó “La canción de despedida”, pues sabemos que, efectivamente: “No es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós” porque ¡las celebraciones por las Bodas de Oro de nuestra Universidad, continúan!

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